Compartir piso, alternativa para jóvenes en las grandes ciudades
¿Sabías que en España los jóvenes no se marchan de casa hasta los 29 años de media? Aunque está considerada la generación más preparada de la historia, la crisis económica ha impactado gravemente en las condiciones de trabajo de los millennials. Si hay trabajo, es mayoritariamente precario. Y sin un trabajo estable es muy difícil acceder a un alquiler, por no hablar de una hipoteca. Y es que la burbuja inmobiliaria que ha afectado a nuestro país durante años no facilita las cosas. Con los pecios de la vivienda por las nubes, emanciparse se convierte en una misión casi imposible.
Ante esta dificultad muchos optan por compartir piso, una opción más económica y menos arriesgada. Si quieres saber más sobre esta alternativa, sigue leyendo. Desde IATI, tu especialista en seguros de vida, te explicamos diferentes modalidades para compartir piso y te damos algunas recomendaciones para que la experiencia sea más que positiva.
Compartir piso, más económico que comprar o alquilar
Si te estás planteando vivir por tu cuenta, puede que las primeras opciones que se te pasen por la cabeza sean alquilar o comprar un piso. El alquiler, por un lado, te ofrece una gran flexibilidad, un punto importante a tener en cuenta si no tienes un trabajo estable. Así, en caso de surgir la posibilidad de acceder a un trabajo en otra ciudad, tu lugar de residencia actual no te va a condicionar a la hora de aceptar o no la oferta. Si te decides por alquilar, debes contar con algunos ahorros, ya que a la hora de formalizar el contrato te pedirán algunos meses de adelanto.
Si no descartas comprar una vivienda, aunque quizá te lo plantees como una alternativa a medio o largo plazo, debes saber que es a partir de los cinco años de alquiler que sale más rentable adquirir la vivienda en lugar de seguir de alquiler, ya que es entonces cuando se amortizan los gastos iniciales derivados de la compra. No obstante, debes tener en cuenta que el banco solo te dará el préstamo hipotecario por el 80 % de valor de la vivienda y que deberás disponer del resto en efectivo.
Si tu capacidad económica no te permite alquilar ni comprar un piso, debes saber que compartir piso con otros jóvenes o alquilar una habitación son las formas más baratas de vivir por tu cuenta. Para hacerlo, es importante que conozcas las distintas alternativas y que elijas la que mejor se adapte al estilo de vida single.
Así, puedes optar por el alquiler parcial, que consiste en alquilar una parte de una vivienda que es propiedad de otra persona, con la que convivirás. O bien puedes subarrendar, que consiste en alquilar una parte del piso que alguien ha alquilado previamente. Antes de decantarte por una u otra opción, hay algunos aspectos que debes tener en cuenta.
Compartir piso: dónde y con quién
Una decisión importante es dónde vivir y con quién. Hasta ahora hemos hablado de compartir piso, pero también hay otras opciones, que puedes valorar en función del momento en el que te encuentres. Por ejemplo, si estás estudiando fuera de casa, puedes optar a colegios mayores, residencias de estudiantes o incluso albergues de juventud.
En cuanto a los compañeros de piso, si tienes opción de escogerlos, es recomendable que tengas claros algunos aspectos, por ejemplo si prefieres vivir solo con chicos o con chicas, o con personas de ambos sexos indiferentemente; si prefieres gente joven o no te importa la edad de tus compañeros; si te gustaría vivir con personas de diferentes culturas para enriquecerte o si por el contrario crees que el choque intercultural puede perjudicar la convivencia, etc.
También debes plantearte con cuántas personas compartir el piso. Está claro que cuantos más compañeros menos gastos para cada uno, pero ya sabes el dicho, «donde dos son compañía, tres son multitud», ¡imagínate cuatro!, así que piensa y echa números para encontrar la mejor opción en tu situación.
Otra idea que quizá te plantees es vivir con amigos. Aunque de entrada puede parecer la mejor opción, porque de hecho ya sabes de qué pie calza cada uno, también puede ser arriesgado. Es más seguro si conoces bien a la persona, por ejemplo, si habéis tenido la oportunidad de compartir viajes o vacaciones, porque ya sabes mínimamente cómo es la convivencia con esa persona. Pero si no es así, puedes llevarte alguna sorpresa y acabar decepcionándote con alguna persona que de no compartir piso podría haber sido un amigo de por vida. Por eso es importante conocer de antemano sus gustos y costumbres para valorar si sois mínimamente compatibles.
Compartir piso cuando tú eres el propietario
Puede que ya dispongas de un piso con una o varias habitaciones libres y que necesites una ayuda para pagar la cuota mensual. Tienes muchas formas de buscar compañeros de piso, desde el boca a boca entre familiares y amigos hasta anunciar la habitación en páginas web especializadas.
A la hora de anunciar la habitación es importante que redactes el anuncio de la forma más completa y descriptiva posible, por ejemplo, indicando las características de la habitación (metros cuadrados, si está o no amueblada, ubicación, vistas…), qué perfil de compañero de piso buscas (edad, sexo, etc.), si tienes animales de compañía o si admites personas fumadoras, por ejemplo. También debes indicar los conceptos incluidos en el precio y cuál será el uso de los espacios comunes, así como la ubicación de la vivienda y la cercanía con el transporte público o los comercios. Una vez respondan al anuncio, podrás escoger al inquilino que mejor se adapte al perfil que estás buscando.
Si eres tu quien busca piso para compartir con un propietario, debes asegurarte que el piso que ves anunciado reúne todas las características que necesitas y que se adapta a tu presupuesto. Asegúrate de que el propietario se adapte al perfil de lo que estás buscando y de conocer las condiciones de uso de las zonas comunes. Respecto a la habitación, debe adecuarse a lo que necesitas: si está amueblada o no, si es exterior o si tiene conexión a Internet son algunos aspectos a considerar.
Debes saber que si la persona con quién compartirás el piso no es el propietario, sino el inquilino que realquila la habitación, los derechos son los mismos para ambos. Así, debes tener claro cuál es el caso y qué derechos y obligaciones tienes: qué gastos están incluidos, si tienes derecho a disfrutar de todo el piso, si puedes cambiar la decoración de la habitación o si puedes traer amigos a casa, por ejemplo.
Lidiar con la convivencia
A la hora de compartir piso, es común también acordar unas normas básicas de convivencia y que queden por escrito, de esta forma todos tendréis claro cuál es el marco de convivencia acordado. Algunos aspectos a decidir son:
- Cómo se asumen los gastos de suministros, de comida o limpieza (a partes iguales, en función del consumo…) y quién se encarga de pagarlos (cuenta común o se encarga una persona y luego se pasan cuentas…).
- Cómo llenar la nevera (cada uno compra lo que quiere, cada mes se encarga uno, siempre se hace de forma conjunta…).
- Quién asume los gastos extras cuando no dependen del propietario.
- Qué uso hacer del espacio común, si se puede o no traer visitas, establecer o no horarios…
- Cómo repartirse las tareas de limpieza y cocina.
Para asegurarse de que la convivencia no se convierte en una tortura, es importante seguir el sentido común y basar la relación en el respeto y la confianza mutuos. De esta forma, será más fácil convivir y llegar a forjar una relación de amistad duradera.
Compartir piso y estar protegido
Compartir piso te va a permitir vivir por tu cuenta por mucho menos que con un alquiler o una hipoteca. Aunque tendrás gastos, no serán equivalentes a vivir solo. Si además pones en práctica algunas recomendaciones para ahorrar cada mes en los gastos fijos, puedes contar con un buen extra todos los meses.
En tu caso, la mejor inversión para el futuro ahora que vives de forma independiente es contar con un buen seguro de vida. Puede que pienses que eres joven para pensar en eso, pero tienes razones para asegurar tu futuro como ‘millennial’, ya que ahora es más barato y puedes contratar solo las coberturas que realmente necesitas. Quizá no tengas claro en qué consiste un seguro de vida o te hayan contado cosas sobre los seguros de vida que no son ciertas. Para entender mejor las ventajas de contar con un seguro de vida, contacta con nosotros y te asesoraremos sin compromiso de las opciones para jóvenes como tú, seguros de vida adaptados a tu estilo de vida independiente, como el IATI Vida Singles, que te cubre desde tan solo 2,40 euros al mes. Y si lo prefieres, puedes calcular la cuota del seguro y contratarlo 100 % on line, de forma rápida, sin pruebas médicas ni trámites innecesarios.
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