Desperdicio alimentario: 8 consejos para evitar el derroche de comida en Navidad
Según datos de Naciones Unidas, cada año se desperdicia aproximadamente un tercio de los alimentos del mundo, alrededor de 1,3 mil millones de toneladas de comida, mientras más de 800 millones de personas continúan pasando hambre en muchos rincones del planeta. En España el desperdicio alcanza los 7,7 millones de toneladas. Algunas de las causas son los excedentes de producción, el deterioro de los envases y embalajes, errores de etiquetado o la proximidad de la fecha de consumo. Este problema comporta, además, importantes costes económicos y medioambientales. Como empresa comprometida con la sostenibilidad del planeta, desde IATI nos sumamos a la lucha contra el desperdicio alimentario y te damos algunas recomendaciones para contribuir con tu granito de arena a evitar el derroche de comida durante las fiestas navideñas.
Prevenir el desperdicio de alimentos en Navidad
La Navidad es el período de mayor consumo en todo el año, sobre todo por el enorme gasto en regalos y celebraciones. Se calcula que entre comidas y cenas con familiares y amigos nos gastaremos alrededor de 170 euros por persona. La cesta de la compra es cara y aun así se calcula que un 18% de los alimentos acaba finalmente en la basura. Si quieres evitarlo, apúntate estos 8 consejos para evitar el despilfarro de comida:
- Planifica el menú con tiempo. Ser previsor te va a ayudar a comprar únicamente lo que necesitas para elaborar los menús de las fiestas y evitar las compras compulsivas de última hora. Lo mismo puedes hacer en tu día a día, planificando los menús de forma semanal, por ejemplo.
- Calcula adecuadamente las cantidades que necesitas. ¿Eres de los que cocina de más “por si acaso” y al final acaba sobrando la mitad de la comida que preparas? Tener en cuenta el número de comensales exacto y calcular los productos y cantidades necesarias para elaborar las recetas te va a ayudar a no pasarte de la raya.
- Haz una lista de la compra con lo estrictamente necesario. ¿Te ha pasado alguna vez el ir al súper a por una barra de pan y salir con el carrito lleno? Es una práctica común que nos hace comprar y gastar más de la cuenta. Puedes evitarla haciendo una lista de la compra cada vez que vayas a comprar, de esta manera será más fácil ceñirte a lo que realmente necesitas.
- Almacena adecuadamente los alimentos. Asegúrate de guardar la nueva compra al final del armario y de colocar lo más antiguo al frente para consumirlo antes. Revisa de vez en cuando lo que tienes guardado para gastar lo que esté más próximo a caducar. Si tienes dudas sobre la forma de conservación, lee las etiquetas y asegúrate de que el producto no necesita conservarse en el frigorífico, por ejemplo. De esta forma estará perfecto cuando lo quieras consumir.
- Organiza el frigorífico. Los estantes inferiores de la nevera son los que reciben más frío por lo que debes reservarlos para guardar los alimentos crudos, como carne o pescado. Los alimentos cocinados pueden ir en los estantes centrales y los lácteos en la parte superior. En la puerta puedes poner productos que no necesitan mucho frío, como salsas, huevos o bebidas. Recuerda que la temperatura correcta de la nevera es de 5ºC.
- Congela correctamente los alimentos. La temperatura óptima del congelador debe ser de -18ºC. Piensa que a la larga los alimentos en el congelador también se deterioran, aunque con diferentes plazos. La duración de la carne, por ejemplo, oscila entre los cuatro meses del pollo y los doce meses de la ternera, el cordero o el cerdo. Puedes congelar el pescado crudo hasta ocho meses, pero solo tres si el pescado está cocido. Y en el caso del pan, no debe estar congelado más de dos meses, ni las pastas más de seis.
- Diferencia entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente. La fecha de caducidad marca el límite hasta el que puedes consumir los alimentos con seguridad, rebasada esa fecha debes desecharlos, sobre todo en productos como carne, pescado y huevos. Sin embargo, la fecha de consumo preferente es orientativa, después de la cual el olor, el sabor o la textura pueden verse modificados, aunque no siempre esto suponga que el alimento esté en mal estado. Si compruebas que el producto está bien puedes consumirlo sin riesgo para la salud.
- Apúntate a la cocina de aprovechamiento. Te sorprenderá saber la cantidad de recetas que puedes elaborar con alimentos ya cocinados. Por ejemplo, compotas de fruta, cremas, croquetas o empanadillas.
Como ves, es bastante sencillo evitar el despilfarro de alimentos y hacer un consumo responsable. Si además pones en práctica acciones para eliminar los plásticos y apuestas por una movilidad sostenible estarás contribuyendo a un futuro seguro, justo y limpio. Para familias que como la tuya se preocupan por el entorno, IATI ha creado seguros de vida sostenibles, en los que solo pagarás por las coberturas que necesites, y además con contratación 100 % on line, para evitar el gasto de papel innecesario y el impacto en los bosques. Pregúntanos por el IATI Vida Activa, el IATI Vida Singles o el IATI Vida Familiar e Hipotecas y disfruta del planeta con responsabilidad sabiendo que tu familia está siempre protegida.
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