9 motivos por los que desconfiar de tu banco
La marcha atrás del Tribunal Supremo en su decisión sobre quién debe pagar el impuesto de actos jurídicos documentados de las hipotecas es la guinda de los escándalos protagonizados por el sector bancario en los últimos años. Por poner algunos ejemplos, recordemos las tarjetas black, las cláusulas suelo, el rescate bancario en plena crisis, las preferentes y tantos otros. Seguro que has oído hablar mucho de todos estos casos.
Por qué es mejor no contratar con ellos tu seguro de vida
Con este panorama, ¿te tienes que fiar de lo que te ofrecen cuando te explican que tienen un producto ideal para ti, que además te va a salir tan bien de precio y que prácticamente te va a solucionar la vida? El descrédito de la banca ha crecido considerablemente en los últimos años. Y todo debido a la falta de transparencia con la que a menudo actúan, a los numerosos chanchullos en los que han pillado a decenas de entidades y a un modus operandi con el que solo persiguen aumentar sus beneficios, sin tener en cuenta las necesidades de sus clientes ni los beneficios que deberían aportarles los productos que les venden.
A pesar de ello, muchas personas tienen sus seguros de vida contratados con un banco en vez de con una correduría especializada, en buena parte porque si han suscrito una hipoteca en los últimos años se han visto obligadas a hacerlo de esta manera. Una práctica claramente abusiva: “si no contratas el seguro de vida con nosotros, no podemos firmar la hipoteca. O sí lo podemos hacer, pero con un diferencial mucho más elevado”.
Con la nueva ley hipotecaria, las condiciones cambian y esta obligación desaparece definitivamente. Se acabaron los seguros de vida vinculados a la hipoteca, el cliente ya puede escoger con quién prefiere contratar. En Contratar un seguro de vida: ¿con el banco o con una aseguradora? analizamos en profundidad los términos de esta ley y comparamos los precios de los seguros de vida que ofrecen los bancos con los de las aseguradoras. Te lo adelantamos, los del banco salen un 48% más caros de media.
Escándalos, corrupción, desconfianza
Un estudio elaborado por Fujitsu, en colaboración con la empresa de contenidos tecnológicos Harvard y Coleman Parkes Research, revela que el 80% de los españoles ha cambiado de banco alguna vez, y casi la mitad lo ha hecho en los últimos años. Los escándalos financieros y la mala imagen del sector bancario es uno de los motivos que los encuestados citaron cuando se les preguntó por qué decidían cambiar de banco.
Pero ¿tantos son los escándalos con los que se ha relacionado a la banca en los últimos tiempos? ¿Tantos como para arruinar su reputación y generar esta desconfianza? Esta es una lista de los casos más sonados:
- la decisión del Tribunal Supremo respecto al impuesto de actos jurídicos documentados de las hipotecas
- las targetas black
- la salida a Bolsa de Bankia
- las cláusulas suelo
- el rescate bancario en plena crisis
- el caso Novacaixagalicia
- el caso CatalunyaCaixa
- las preferentes
- el caso Banesto
Hagamos un repaso de estos casos: ¿Qué pasó? ¿A quién afectaron? ¿En qué punto se encuentran actualmente?
El Tribunal Supremo y el impuesto de las hipotecas
Primero dijeron que sí y luego que no. Que sí, que los bancos eran los que debían pagar el impuesto de actos jurídicos documentados de las hipotecas, y además probablemente con retroactividad. Quince días después, que no, que los que debían pagar eran los clientes, como se había hecho hasta aquel momento. Era la primera vez en la historia que el Tribunal Supremo cambiaba una sentencia firme y se rectificaba a sí mismo.
La caída en bolsa de las entidades bancarias tras la primera sentencia, las posibles reclamaciones de los 8 millones de personas que tienen una hipoteca en España y la alerta sobre un supuesto descalabro de la economía fueron los argumentos que esgrimió la banca en la lucha por sus intereses.
El Gobierno solucionó el problema a golpe de decreto ley: finalmente son las cajas las que deben pagar el impuesto. Este caso ha hecho crecer no solo el descrédito de los bancos, sino también el de la justicia y las clases dirigentes, que también viven horas bajas.
Tarjetas black
El caso acabó con 63 altos cargos, directivos y consejeros de Caja Madrid y Bankia condenados por haber gastado 15 millones de euros de las dos entidades entre 2003 y 2012. A la cabeza de la trama, Rodrigo Rato, expresidente de Caja Madrid y de Bankia, que cumple una condena de 4,5 años de cárcel por un delito continuado de apropiación indebida, y Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid y ya fallecido.
Con sus tarjetas opacas, las black, retiraban dinero de cajeros y pagaban viajes, restaurantes, la compra del supermercado, discotecas y otros conceptos de lo más variado. Concretamente, Rato gastó más de 99.000 euros. Y ni uno solo fue declarado a Hacienda. Si no pagas impuestos, te estás quedando con dinero que es de todos los contribuyentes, ¿no es así?
Salida a Bolsa de Bankia
Con esta operación, Rodrigo Rato se llevó un pellizco más grande que con las black: 1,5 millones de euros. Y por ella se enfrenta a una posible condena de otros cinco años de prisión. A él y a 34 implicados más se les imputan delitos de falsedad, apropiación indebida y administración desleal en el proceso de fusión de 7 cajas de ahorros que dio lugar a Bankia (una de ellas Caja Madrid) y la posterior salida a Bolsa de la entidad.
También estaban metidos en el ajo el auditor externo que elaboró los informes sobre el estado financiero de Bankia antes de la salida a Bolsa de la entidad, Francisco Celma, el exsecretario general del PP, Ángel Acebes, y el vicepresidente de la CEOE, Arturo Fernández. El dinero que robaron entre unos y otros voló de los bolsillos de miles de inversores que habían depositado capital en Bankia.
Las cláusulas suelo
Un caso más de hipotecas abusivas. Los bancos, con las cláusulas suelo, se aseguraban de que el cliente nunca dejase de pagar demasiados intereses, ya que establecían unas cuotas mensuales mínimas que debían pagar, aunque el tipo de interés bajase.
El Tribunal de Justicia de la UE obligó a los bancos españoles a devolver todo el dinero cobrado de más. Por el momento, más de 1.130.000 afectados han interpuesto una reclamación y los bancos han devuelto más de 2.200 millones de euros.
El rescate bancario
Costó 77.000 millones de euros, que el gobierno aseguró que los bancos devolverían. Hoy, 60.600 de aquellos millones se dan por perdidos, el 80% del rescate. Estábamos en plena crisis económica y tanto los banqueros como los políticos nos decían que era mejor rescatar los bancos que dejarlos caer. Así que los financiaron con dinero del FROB (Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria), es decir, dinero público, y con aportaciones de la banca al FGD (Fondo de Garantía de Depósitos).
Novacaixagalicia
Los 5 ejecutivos de Novacaixagalicia condenados a dos años de prisión por administración desleal y apropiación indebida fueron los primeros banqueros que entraron en la cárcel tras el descalabro de la crisis. Solicitaron las ayudas del rescate bancario -ese dinero que finalmente nadie va a devolver-, y cuando se las dieron se subieron el sueldo y llegaron a cobrar indemnizaciones por valor de 18,9 millones de euros. Un dinero que acabamos pagando todos con los recortes en sanidad, educación… Recuerdas aquellos recortes, ¿verdad?
CatalunyaCaixa
Otra entidad que fue rescatada. Más dinero de los contribuyentes que se esfumó. Otra contribución a los recortes. El expresidente de CatalunyaCaixa, Narcís Serra, se encuentra en el punto de mira por su gestión de la entidad, que realizó numerosas operaciones inmobiliarias de dudosa idoneidad y acabó con un agujero de 720 millones de euros. Su delito, administración desleal.
Las preferentes
700.000 clientes estafados y 17 entidades bancarias expedientadas por la CNMV (Comisión Nacional del Mercado de Valores). Los bancos, para compensar el descenso de beneficios que ocasionó la crisis, colocaron participaciones preferentes a clientes que desconocían lo que implicaba comprarlas. No les explicaron que era un producto de riesgo diseñado para grandes inversores y profesionales del sector financiero, ni que se las vendían a un precio hasta un 70% superior a su valor en el mercado, ni que era más que probable que nunca recuperasen su dinero.
Tras destaparse el engaño, algunas entidades devolvieron el dinero a los clientes que lo reclamaron y otras se enfrentaron a una tormenta de procesos judiciales y tuvieron que acabar pagando, aunque no en todos los casos. El cliente, el estafado, era el que tenía que demostrar en el juicio que no tenía ni idea de qué era lo que le estaban vendiendo.
Caso Banesto
Con Mario Conde empezó todo. Fue el primer gran escándalo de corrupción que salió a la luz, a finales del pasado siglo. Tras la penosa gestión de Banesto, que presentaba un agujero patrimonial de unos 450.000 millones de pesetas (más de 2.700 millones de euros), el Banco de España intervino la entidad, que pasó a manos del Santander. El saneamiento de Banesto costó al estado 600 millones de euros, que nunca se recuperaron. Una vez más, pagamos los contribuyentes.
Conde fue condenado a diversas penas por delitos como apropiación indebida, estafa y falsedad en documento mercantil -por retirar de Banesto el equivalente a más de 3,5 millones de euros e ingresarlos en una cuenta en Suiza. De los años de prisión que le cayeron solo cumplió unos pocos.
Y mientras todos estos banqueros estaban en sus trapicheos, sus empresas aumentaban su cuota de mercado en la venta de seguros de vida hipotecarios. Más del 70% del pastel llegó a ser suyo. Aprovecharon que los empleados de sus sucursales estaban muy cerca del público objetivo de estos seguros: eran sus propios clientes, a los que en muchos casos conocían desde hacía años y a los que a menudo aconsejaban sobre los productos que más les convenían. De ahí tiraron para colocar no solo todas las pólizas de vida que pudieron, sino todo tipo de productos: otros seguros, el renting del coche, la tele… Todo valía.
Escándalo tras escándalo, los bancos se han ganado a pulso la desconfianza de la gente. ¿Y tú? ¿Seguirás confiando en ellos para contratar o mantener tu seguro de vida o crees que te conviene más hacerlo con un corredor de confianza como IATI
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