Control parental. Los hijos y la tecnología
Como padres y madres, es normal querer proteger a nuestra familia. Puesto que Internet viene acompañado de una serie de riesgos, la tecnología ha hecho posible las herramientas de control parental. De este manera, podemos monitorizar sus actividades y establecer límites. Desde IATI, tu experto en seguros de vida queremos explicarte el concepto para que puedas ver sus implicaciones y limitaciones. ¿Conocías el funcionamiento del control parental? Te lo contamos…
En qué consiste el control parental
Hasta hace unos años, la infancia y la adolescencia podían ser etapas con cierta dificultad, pero era relativamente sencillo saber en qué invertía nuestro hijo/a su tiempo. Así, los principales peligros a los que podían enfrentarse eran principalmente físicos.
Sin embargo, con la llegada de Internet, la vida como la conocíamos antes cambió por completo. Hoy en día, prácticamente cualquier adolescente tiene un teléfono móvil, o lo que es lo mismo, acceso a Internet.
¿Y qué implica poder estar conectados? Los peligros asociados a Internet son varios. Y en este caso, no hacen referencia a un virus o al robo de datos. En estas primeras etapas de la vida, todavía estamos aprendiendo sobre nosotros mismos y nuestro entorno, y lo que vemos en la red puede influenciarnos de manera negativa.
Con el control parental se abre la posibilidad de vigilar los contenidos que nuestros hijos/as consumen y de impedir que visualicen aquello que contenga un mensaje inapropiado para su edad. Hay que tener en cuenta que lejos de nuestra forma de pensar, ciertos vídeos o imágenes requieren de ciertas capacidades de comprensión que un niño o un adolescente aún no tiene.
También, a través de las redes sociales, personas desconocidas pueden hacerse pasar por una amistad, poniendo a nuestros hijos e hijas en grave peligro.
Y por otra parte, el control parental permite geolocalizar dónde se encuentran. No como medida invasiva, sino para conocer su paradero o su compañía. ¿A qué nos referimos?
Por ejemplo, si alguno de nuestros hijos ha viajado con amigos a alguno de los 11 destinos poco conocidos que se plantean en nuestro blog, seguro que la geolocalización contribuye a nuestra tranquildad como padres. O si se encuentra practicando algún tipo de deporte, tal vez sería interesante introducir el control parental en los consejos a seguir antes de practicar deportes de riesgo.
Los límites del control parental
Una de las polémicas del control parental es saber dónde está el límite en aquello que podemos monitorizar. Se deduce que dicho control no equivale a la violación absoluta de la privacidad. Esto es, no consiste en revisar todas sus conversaciones o en desconfiar sobre su capacidad para decidir.
El control parental es una herramienta de ayuda. Por lo tanto, no suple nuestra obligación de explicar cuáles son los riesgos que implica Internet y que ellos mismos aprendan a protegerse. Cuando como padres y madres se intenta decidir por los hijos/as para evitar que sufran algún peligro, estamos cayendo en la sobreprotección. El objetivo es supervisar sus actividades ocasionalmente para asegurarnos de que todo va bien.
Gracias a este nuevo software controlamos las llamadas, los mensajes de texto y los chats, los emails, cualquier archivo multimedia que se intercambie y la ubicación GPS que tiene su dispositivo. Así, si en algún momento sospechamos que algo puede estar sucediendo, tenemos un medio para verificarlo.
El avance de las tecnologías ha permitido el control parental en los dispositivos móviles. No obstante, por mucho que lo deseemos no todo depende de nosotros.
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