Alzheimer: 10 signos de alerta
¿Sabías que una de la cada 10 personas mayores de 65 años padece Alzheimer y que cada 3 segundos se diagnostica un nuevo caso de demencia en el mundo? ¿Conoces bien los síntomas de la enfermedad, las fases que presenta y la forma de combatirla? El Alzheimer es una enfermedad neurológica degenerativa que presenta deterioro cognitivo y trastornos de conducta. Se caracteriza por una pérdida de la memoria inmediata y de otras capacidades mentales a medida que se produce la muerte de las neuronas y se atrofian diferentes zonas del cerebro. La persona afectada tiene olvidos, desorientación y dificultades para comunicarse y realizar las tareas sencillas el día a día. En IATI, tu especialista en seguros de vida, te explicamos todo lo que necesitas saber sobre el Alzheimer.
Síntomas del Alzheimer
De forma generalizada, el primer síntoma del Alzheimer que se manifiesta es la incapacidad de adquirir recuerdos nuevos. Aunque esta circunstancia suele confundirse a menudo con situaciones relacionadas con la vejez o el estrés, es importante estar alerta a este tipo de señales.
Además de este, otros síntomas deben hacernos sospechar de la aparición de la enfermedad. Los 10 signos de alerta del Alzheimer son los siguientes:
- Pérdida de la memoria a corto plazo
- Dificultades de lenguaje
- Dificultad para realizar tareas sencillas
- Desorientación espacio-temporal
- Dificultad en la capacidad de razonar
- Dificultad para resolver problemas
- Pérdida de objetos
- Cambios en el humor o la personalidad
- Cambios de conducta
- Pérdida de iniciativa
Si alguna persona de tu entorno cercano presenta alguno de estos síntomas, debes consultar con un equipo médico para que realice una evaluación completa y un diagnóstico.
Fases del Alzheimer
El Alzheimer presenta tres fases de evolución de la enfermedad. En una primera etapa, que puede durar aproximadamente 3 años, la persona afectada comienza a olvidar acontecimientos recientes, presenta cambios de comportamiento, así como desorientación y cierta agresividad, a la vez que disminuye su capacidad de concentración.
En una segunda fase del Alzheimer, la persona afectada manifiesta una pérdida más acusada de memoria, tiene dificultades para expresarse y hacerse entender, repite determinados actos sin recordarlo, comienza a tener dificultades para reconocer a personas de su entorno cercano, alterna momentos de lucidez con lagunas de memoria, se muestra agresivo y se muestra dependiente de la persona cuidadora. Uno de los síntomas más claros es la dificultad para llevar a cabo funciones de la vida cotidiana, como vestirse, comer o asearse.
La tercera fase de la enfermedad se manifiesta con una marcada afectación de las facultades intelectuales, con una pérdida de la capacidad de hablar o de reconocimiento de su propio rostro. Presenta una dependencia física total, incluso para comer, además de acentuarse la rigidez muscular y la presencia de síntomas como temblores y crisis epilépticas. En la mayoría de los casos, el paciente termina encamado con la necesidad de asistencia permanente.
Causas del Alzheimer
Según las investigaciones, el origen del Alzheimer se produce por la combinación de factores genéticos, factores ambientales y el estilo de vida de la persona afectada, una combinación de aspectos que produciría el deterioro del cerebro a largo plazo.
Entre los factores de riesgo, se apuntan aspectos como la edad, ya que la enfermedad se desarrolla con mayor frecuencia a partir de los 65 o 70 años. El riesgo de padecer Alzheimer también es mayor si se tienen antecedentes familiares. De la misma manera, aparece con mayor frecuencia entre las mujeres, una circunstancia que es debida a una esperanza de vida mayor en el género femenino.
Otros aspectos que parecen aumentar la probabilidad de desarrollar la enfermedad son haber sufrido un traumatismo craneal en el pasado o presentar patrones de sueño deficientes. Además, los factores de riesgo para sufrir enfermedades cardiacas parecen serlo también para sufrir Alzheimer, entre ellos, la obesidad, la falta de ejercicio, el tabaquismo, la hipertensión, el colesterol alto o la diabetes tipo 2 mal controlada.
Tratamiento y prevención del Alzheimer
Aunque la ciencia continúa dando pasos adelante en el estudio e investigación de la enfermedad, el Alzheimer es actualmente una enfermedad terminal incurable. El tratamiento de las personas afectadas se aborda desde dos perspectivas: Por un lado, la intervención psicosocial y, por otro, el tratamiento farmacológico. El objetivo es retrasar el avance de la enfermedad, de forma que los síntomas graves aparezcan lo más tarde posible. Para ello, es fundamental el apoyo de las personas cercanas al paciente en el entorno familiar y social.
Por otra parte, la comunidad científica está trabajando en futuros tratamientos que combatan la enfermedad, como son vacunas, tratamiento con técnicas de ultrasonido, células madre o estimulación cerebral.
En cuanto a la prevención, numerosos estudios han intentado establecer una relación causal entre determinadas actividades intelectuales y el retardo o la prevención de la enfermedad, pero los resultados de la investigación no arrojan todavía resultados positivos. Parece clara, no obstante, la asociación entre la participación activa en actividades sociales y un menor riesgo de sufrir la enfermedad.
Asimismo, un cambio de hábitos de vida, como la realización periódica de ejercicio, evitar el consumo de tabaco, controlar tensión y colesterol alto o apostar por la dieta mediterránea, parece asociarse a un menor riesgo de desarrollar Alzheimer.
Cuando el Alzheimer llega a casa
En nuestro país, el Alzheimer afecta a más de medio millón de personas y es una de las principales causas de discapacidad. La enfermedad requiere una atención permanente del enfermo las 24 horas del día, unas circunstancias que nos puede hacer imaginar la dificultad de la situación.
Y es que la llegada del Alzheimer al hogar tiene un gran impacto en el núcleo familiar, ya que se trata de una enfermedad que produce un importante desgaste físico y psicológico en el entorno del enfermo, especialmente en los familiares más cercanos. La enfermedad puede durar un mínimo de 7 años y se puede llegar a alargar 15, un proceso largo que pone a prueba en muchas ocasiones el equilibrio familiar.
Es innegable el papel que tienen los abuelos y las abuelas como apoyo a las labores de crianza en muchas familias españolas, una labor que se ve reconocida, por ejemplo, con efemérides como la que se celebra el 26 de Julio, Día Mundial de los Abuelos. La aparición del Alzheimer comporta en muchas ocasiones, pues, no solo la pérdida de este importante soporte para muchas familias, sino que además conlleva esfuerzos adicionales para cuidar del paciente. ¿Sabías que 8 de cada 10 familias asumen por su cuenta la atención directa de la persona enferma?
En esta situación, a las dificultades de tipo psicológico se suman los problemas en la logística del día a día. Imaginemos las dificultades para combinar el cuidado del enfermo con el de los hijos, por ejemplo. Pero además, existe un factor económico importante a tener en cuenta. Cuando la atención del enfermo se asume en el propio hogar, esta situación imposibilita el desarrollo de una actividad profesional, con la consecuente pérdida de ingresos. ¿Y qué pasaría si la enfermedad se presentara estando todavía en edad de trabajar? Aunque lo habitual es que aparezca a partir de los 65 años, en algunos casos puede desarrollarse a partir de los 40, una circunstancia que agrava todavía más la situación.
Por todo ello, afrontar las dificultades que comporta el Alzheimer hace necesario contar con un buen seguro de vida que, llegado el momento, permita a la familia hacer frente a los gastos derivados de una eventual pérdida de ingresos. Los seguros de vida IATI Vida Familiar e Hipotecas, IATI Vida Singles e IATI Vida Activa te cubren con hasta 200.000 euros en caso de fallecimiento y de invalidez absoluta y permanente, seguros de vida baratos que te darán el respaldo necesario desde tan solo 2,40 euros al mes. Calcula la cuota de tu seguro on line respondiendo tan solo 4 sencillas preguntas. Y si tienes dudas, contacta con IATI. La mejor prevención, tu seguro de vida.
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