Selectividad (EBAU /EvAU): consejos para superarla con éxito
Cada año, unos 300.000 jóvenes se enfrentan en España a las pruebas de Selectividad, sin duda uno de los momentos más estresantes -y a la vez decisivo- de la vida de estudiante. ¡Y es que no es para menos! En apenas unos días se juegan el acceso a la universidad y la elección de estudios, algo de lo que va depender en gran medida su futuro profesional. Desde IATI, tu especialista en seguros de vida, te ofrecemos toda la información necesaria para salir airoso de las pruebas de Selectividad.
Selectividad: los días previos
Aunque durante todo el Bachillerato los estudiantes se están preparando para las pruebas de selectividad, es inevitable que los nervios vayan en aumento conforme se acerca la fecha de los exámenes. Es importante rebajar la tensión de esos días y entender que de nuestra habilidad para enfrentarnos a este reto con tranquilidad va a depender en buena medida el éxito conseguido.
Por parte de la familia, es clave entender la situación de excepcionalidad por la que está pasando nuestro hijo, procurarle un ambiente tranquilo y ofrecerle espacios de diálogo para comentar en confianza las inevitables inquietudes e inseguridades que pueda estar sufriendo esos días. Quitar dramatismo a la Selectividad va a ayudarnos también en esta tarea. Podemos recordarle los elevados índices de aprobados (alrededor del 88 %) y animarle a hacer ese último esfuerzo para tener más opciones de escoger la carrera deseada.
Selectividad: durante las pruebas
Los días de realización de las pruebas es imprescindible presentarse tranquilo y descansado. ¡Si eres de los que acostumbra a pasarse toda la noche en vela estudiando, olvídate! ¿Sabías que es durante la noche que nuestro cerebro asimila los conocimientos aprendidos durante el día? Por tanto, de nada servirá mantenerte despierto toda la noche a base de cafeína, más vale dormir las 8 horas necesarias para estar relajado durante el examen, así conseguirás mantener la concentración y entender mejor las cuestiones que te plantea el ejercicio. Para ello te ayudará también haberte familiarizado previamente con las pruebas revisando los test de años anteriores, de esta forma te será más fácil saber a qué te enfrentas.
Para estar tranquilo es importante que salgas de casa con el tiempo suficiente. No olvides tu DNI y la hoja de matrícula, así como todo el material necesario para hacer las pruebas, como bolis, calculadora científica, instrumentos de dibujo o cualquier otra cosa necesaria.
Es importante también prestar atención a las indicaciones de los examinadores, de esta forma no perderás tiempo posterior en entender qué tienes que hacer o en preguntar algo que ya han explicado.
Una vez empezado el ejercicio, lee atentamente las instrucciones hasta asegurarte que has entendido correctamente lo que te preguntan. Si no lo ves claro, debes mantener la calma. Con una segunda lectura, seguro que lo captas mejor. También puedes dejar este ejercicio para el final, ¡pero ojo! ¡No te despistes! Recuerda que tienes 90 minutos para resolver cada prueba, calcula bien el tiempo para contestar todas las preguntas.
Por otra parte, debes cuidar la presentación del ejercicio: escribir con letra clara y sin faltas de ortografía es imprescindible. Para ello, puede serte muy útil ordenar primero las ideas que quieres exponer con un esquema en sucio. Cíñete a lo que te preguntan, intentando dar una explicación clara y sin ambigüedades.
Selectividad: cómo sacar el máximo partido a la fase específica
Como sabes, la selectividad consta de una primera fase general, donde te van a evaluar de las materias comunes, y de una fase específica sobre las asignaturas de la modalidad de Bachillerato que hayas cursado. Esta fase es optativa, pero es fundamental si quieres subir nota, ya que a los 10 puntos que corresponden a la fase general, puedes sumar hasta 4 más. Puedes examinarte de cualquiera de las materias de modalidad de Bachillerato con un mínimo de dos asignaturas y hasta un máximo de cuatro. Pero es fundamental que te informes de las materias que ponderan más en los estudios que quieres cursar, así sacarás el máximo partido de esta fase. Recuerda que pueden ponderar 0,1 o 0,2 puntos, ¡todas las décimas cuentan!
Así, tu nota final será la resultante de sumar 4 valores: el 60 % de tu nota media de Bachillerato, el 40 % de la nota obtenida en la fase general de la Selectividad y las calificaciones de un máximo de dos materias superadas de la fase específica que proporcionen mejor nota de admisión multiplicadas cada una de ellas por los parámetros de ponderación.
Selectividad: ¿y después qué?
Después solo queda esperar. En unas semanas tendrás los resultados y sabrás a qué grados universitarios tienes acceso con tu nota. Si el resultado final no es el esperado, tienes la opción de volver a presentarte a las pruebas en la convocatoria extraordinaria de septiembre, aunque entonces puede que tengas menos oferta de plazas disponibles.
Si aun así no te llega la nota, no desesperes, siempre hay opciones. Puedes plantearte cursar un grado parecido en el mismo centro, matricularte en otra universidad, o incluso optar por un ciclo formativo de grado superior, con el que tendrás acceso directo a la universidad una vez superado si te alcanza la nota media y sin tener que pasar por Selectividad. Además, la formación profesional te asegura una capacitación práctica que podrás aplicar rápidamente en el entorno laboral.
Acceder a la universidad: más que un esfuerzo académico
Es innegable el esfuerzo académico que deben hacer los estudiantes para acceder a la universidad, como también lo es el que realizan las familias para costear los gastos que implican los estudios de grado: matrícula, materiales, traslados… Eso sin contar con que obtengan plaza en un centro alejado de la ciudad de residencia, lo que supondría añadir costes de alimentación e incluso vivienda.
No obstante, tenemos claro que la formación es clave para asegurarse un buen futuro profesional. De hecho, en España, solo el 9 % de las personas con estudios universitarios están desempleadas, pero además llegan a ganar hasta un 53 % más que los que se quedaron con el graduado de la ESO. Por eso, para muchas familias la prioridad es la formación de sus hijos, y para garantizarles las mejores opciones de futuro están dispuestas a hacer un esfuerzo económico. Un esfuerzo importante si tenemos en cuenta que de medfia un curso de la universidad cuesta ahora 200 euros más que en 2010 y que supera los mil euros -e incluso dos mil en algunos casos- en Comunidades Autónomas como Cataluña, Madrid o Comunidad Valenciana.
Un seguro barato con el que cubrir la Universidad en caso de imprevistos
Pero, ¿qué pasaría si la familia se enfrentara con un acontecimiento imprevisto que impidiera seguir pagando la universidad? Por ejemplo, que un accidente derivara en una invalidez permanente y absoluta que obligara a uno de los progenitores a dejar de trabajar. O incluso que se produjera un fallecimiento repentino. ¿Podría tu familia en un caso como este poder seguir haciendo frente a los gastos vinculados a los estudios? Para muchos sería imposible, así que una buena opción para evitar que un infortunio eche por tierra toda la estabilidad familiar es contratar un buen seguro de vida barato como el seguro de vida IATI Vida Familiar e Hipotecas.
Contratar el seguro de vida IATI te va a dar la tranquilidad de saber que tu familia va a poder seguir adelante con sus vidas de la mejor manera posible y que no van a faltar los recursos necesarios para pagar la hipoteca o los estudios de tus hijos, y solo desde 8,70 euros al mes. Contacta con IATI y te damos toda la información. Y si prefieres, puedes contratar seguro vida IATI 100 % on line, sin pruebas médicas ni trámites innecesarios.
Deja una respuesta